ÚLTIMA VERSIÓN

UVNOTICIAS

CUANDO SE DAÑA EL PATRIMONIO ARQUITECTÓNICO DE NUESTRA PLAZA DEL CENTENARIO, HASTA GEORGE JULIÁN CARPENTIER SE RETUERCE EN SU TUMBA.

Por: Víctor Hugo Vidal Barrios.

Nuestra querida Plaza de Ciénaga Magdalena, punto obligado de reunión de muchas generaciones, incluida la mía, como testigo mudo de innumerables acontecimientos: cuentos y vivencias hasta altas horas de la noche, pedida de mano, robada de un beso, punto de encuentro para ir a una fiesta , etc, etc, fue delimitada por primera vez en 1755, cuando el pueblo se trasladó de Pueblo Viejo, su antigua morada, al territorio que ocupa actualmente. Para el año 1843, la plaza de Ciénaga seguía siendo una extensión de piso de tierra, como lo muestra una de las primeras imágenes que de ella se tienen, realizada por el acuarelista y diplomático inglés Edward Walhouse Mark (1817-1895).

Para 1910, la plaza pasó a llamarse Parque Centenario, en homenaje a la fecha histórica del 20 de julio de 1810, hecho que motivó su primera intervención.

Con un diseño elaborado por el Arquitecto francés George Julián Carpentier, padre del escritor de lo Real Maravilloso: Alejo Carpentier, a quien dejó en compañía de su madre Catherine «Lina» Valmont or Blagoobrasoff, profesora de idiomas de origen ruso, en Cuba. Para venir a estas tierras mágicas, incluso en Bucaramanga tiene muchas construcciones.

El espacio de la Plaza del Centenario se dividió en cuatro cuadros, y en cada uno de ellos se instaló una fuente de mármol, donada por la colonia italiana; la pila de agua que se encontraba en el centro de la plaza fue sustituida por una fuente en bronce, rodeada de una reja de hierro traída de Norteamérica.

George Julián Carpentier , copia de la estructura concéntrica de la Plaza Charles de Gaulle (en francés: place Charles-de-Gaulle), antes llamada plaza de la Estrella (en francés: place de l’Étoile), emblemática plaza parisina. En ella se encuentra el Arco de Triunfo de París. Aunque cambió de nombre en 1970 su antigua denominación sigue siendo de uso muy común.

En esta Plaza son doce avenidas que convergen en el famoso Arco del Triunfo; en Ciénaga son ocho callejones que confluyen «centrifugamente» en nuestro Icono inmortal, El Templete.

Sabe Dios cuanto tuvo que hacer el arquitecto francés para plasmar en un perfecto cuadrilongo, su magistral y simétrica obra de arquitectura moderna, incluso tumbar muchas casas para poder obtener su objetivo estructural.

Por eso ahora, con la pérdida de muchos espacios verdes, ganados en cemento, con la abusiva intervención de la Plaza del Centenario, hasta George Julián Carpentier se sofoca en su tumba, ante tan cruel acto de deterioro patrimonial.

Porque no todo lo diferente es conveniente.

Por eso siempre digo que Ciénaga Magdalena y su arquitectura republicana, es un pedacito de Europa en este Caribe multicolor.

#OPINIÓN

#UVNOTICIAS

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Instagram
WhatsApp
Tiktok
Telegram
RSS
Seguir por correo electrónico
error: Content is protected !!